por Claudio Marcelo Villa
Los datos de la cantidad de casos son tan inverosímiles como las fuentes oficiales, en el día de hoy (11/4/09) se manejan dos valores oficiales uno dado por el Ministerio de Salud de la Nación de 9.111 casos , con 4 muertes , de los cuales 5.711 se encuentran en el Chaco según versión del Gobernador de esta Provincia el sr. Capitanich, con "tendencia en baja"; por otro lado la Municipalidad de Rosario por medio de la Directora de Epidemiología Dra. Chumpitaz, en el programa radial "Los notables" de Radio 2, habla de 14.500 casos y coincide en la cantidad de muertos por esta enfermedad, en cambio los datos extraoficiales (que nacen en los subregistros institucionales , y a mi criterio los verdaderos) hablan de 30000 casos y 7 muertes, es decir entre 2 y4 veces mas de los datos oficiales según la fuente que se tome.
Si realizamos un breve estudio de las zonas geográficas donde aparecen los primeros casos de Dengue coincide con zonas política, social y económicamente relegadas y con un alto índice de pobreza que coincide con un alto grado de corrupción política. Lo cual explica la situación actual , dado que esta enfermedad se encuentra en nuestro país desde hace más de una década y solamente se han hecho campañas de prevención cuando se presentaron brotes graves, es decir el sistema de salud actúa como bomberos apagando el incendio y luego se olvida hasta el próximo incendio. Si a esta situación le agregamos que en estas zonas hay otras problemáticas de salud crónicas como tuberculosis, chagas, desnutrición, etc. y falta de servicios básicos como agua potable, buena dispocicion de excretas, viviendas dignas, control y eliminacion de vectores, domiciliarios; o sea, si las autoridades sanitarias realizaran su trabajo como corresponde esto no estaría pasando. Por lo tanto si los gobernantes (es decir "la Cris" y su harem de simpáticos incompetentes) cumplirian con el verdadero significado de lo que es la salud publica y realizaran políticas de salud adecuadas la situación de hoy seria otra.
Hoy el problema ya esta instalado y lo que nos queda es realizar las cosas, de una vez por todas, como corresponde. Desde la comunidad, cumplir con las medidas higiénicas correspondientes y ante la aparición de los primeros síntomas consultar al centro de salud mas cercano, y no automedicarse; desde el Estado, sincerarse con el pueblo, decir las cosas como son y proveer todos los elementos necesarios para que esta situación no se repita.
Podemos recordar que este no es el primer rebrote de una enfermedad relacionada con la pobreza, ya tuvimos el de rubéola y podemos llegar a tener nuevos brotes de fiebre amarilla y/o cólera.