Los expertos de comunicación del gobierno parecen novatos, ineficientes, inútiles, idiotas o quizás una complicada mezcla de todas esas cosas. Con menos de siete meses, el mandato de Cristina Fernández abrió los frentes más disparatados y menos funcionales a la idea de consolidar el poder kirchnerista. Lo cierto es que cada intervención de la Presidenta o de su marido, Néstor Kirchner, cae en un clima enrarecido donde la acogida resulta tan desfavorable que revela un desgaste totalmente impensable en Octubre del año pasado.viernes, 13 de junio de 2008
aKonteceres de la Argentina desenfrenada
por Jorge Santiago MIRANDA
Los expertos de comunicación del gobierno parecen novatos, ineficientes, inútiles, idiotas o quizás una complicada mezcla de todas esas cosas. Con menos de siete meses, el mandato de Cristina Fernández abrió los frentes más disparatados y menos funcionales a la idea de consolidar el poder kirchnerista. Lo cierto es que cada intervención de la Presidenta o de su marido, Néstor Kirchner, cae en un clima enrarecido donde la acogida resulta tan desfavorable que revela un desgaste totalmente impensable en Octubre del año pasado.
Los expertos de comunicación del gobierno parecen novatos, ineficientes, inútiles, idiotas o quizás una complicada mezcla de todas esas cosas. Con menos de siete meses, el mandato de Cristina Fernández abrió los frentes más disparatados y menos funcionales a la idea de consolidar el poder kirchnerista. Lo cierto es que cada intervención de la Presidenta o de su marido, Néstor Kirchner, cae en un clima enrarecido donde la acogida resulta tan desfavorable que revela un desgaste totalmente impensable en Octubre del año pasado.










