por Jorge Santiago MIRANDA
Los expertos de comunicación del gobierno parecen novatos, ineficientes, inútiles, idiotas o quizás una complicada mezcla de todas esas cosas. Con menos de siete meses, el mandato de Cristina Fernández abrió los frentes más disparatados y menos funcionales a la idea de consolidar el poder kirchnerista. Lo cierto es que cada intervención de la Presidenta o de su marido, Néstor Kirchner, cae en un clima enrarecido donde la acogida resulta tan desfavorable que revela un desgaste totalmente impensable en Octubre del año pasado.